En este momento que vive la humanidad, donde los anuncios de una nueva era, se hace sentir por todas partes, esclareciendo los lugares oscuros del planeta, tanto en la ciencia, en la filosofía y en la religión, LA EDUCACIÓN asume un carácter de la más alta importancia, es el agente propulsor de todo el progreso de la humanidad.

 Cuando hablamos de EDUCACIÓN; No nos referimos a la educación en el sentido intelectual, sino a la educación que comprende al hombre en su sentido integral, la educación que alcanza el sentimiento, que eleva, que auxilia, en fin, la Educación del Amor, la cual solo se puede realizar con la MORALIZACIÓN DEL ESPÍRITU.

Es muy fácil confundir Instrucción con EDUCACIÓN; Educar es un concepto mucho más amplio. Educar es desarrollar las facultades intelectuales, morales y afectivas de una persona.

La educación está relacionada con la mejora del SER, a la cual, en primera instancia deben contribuir los padres y las personas que están a cargo de los niños y jóvenes, como nos lo indica el L.E en la Pregunta: 383 

Y como Espíritas sabemos la importancia de la Educación basada en la MORAL.

Nuestro gran maestro Liones Allan Kardec nos permite establecer esta diferencia, en el Libro de los Espíritus, Libro III. Capítulo 3. “Ley del Trabajo”

L.E. 685a “(…) Hay un elemento, que no suele ser puesto en la balanza, y sin el cual las ciencias económicas son sólo una teoría. Ese elemento es la educación; no la educación intelectual, sino la moral. Aunque tampoco nos referimos a la educación moral extraída de los libros, sino a la que consiste en el arte de formar los caracteres, la que genera hábitos, puesto que la educación es el conjunto de los hábitos adquiridos.”

Cuando hablamos de EDUCACIÓN MORAL, es de gran importancia establecer la diferencia entre Educación extraída de los libros y la que se basa en la moral vivida y enseñada por Jesús”

A esa EDUCACIÓN MORAL, se refiere la doctrina Espírita. Por eso es de gran relevancia que para poder ser agentes Educadores de Moral, es indispensable empezar por nosotros mismos; ya que indudablemente querámoslo o no SOMOS EJEMPLO PARA TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE ESTAN A NUESTRO ALREDEDOR.