“El espiritismo no es un descubrimiento moderno. Los hechos y los principios en que reposa se pierden en la noche de los tiempos, pues se encuentran vestigios de ellos en las creencias de todos los pueblos, en todas las religiones y en la mayoría de los escritores, sagrados y profanos. Sucede que los hechos, incompletamente observados, se interpretaron muchas veces conforme a las ideas supersticiosas propias de la ignorancia, y no se dedujeron de ellos todas sus consecuencias.” “Las instrucciones impartidas por los Espíritus de un orden elevado, acerca de los temas que interesan a la humanidad, así como las respuestas que han dado a las preguntas que se les formularon y que han sido recopiladas y coordinadas cuidadosamente, constituyen toda una ciencia, una doctrina moral y filosófica que lleva el nombre de espiritismo. Por consiguiente, el espiritismo es la doctrina basada en la existencia, las manifestaciones y la enseñanza de los Espíritus. Esta doctrina se halla expuesta de una manera completa, con respecto a la parte filosófica, en El Libro de los Espíritus; en relación con la parte práctica y experimental, en El Libro de los Médiums; y por lo que se refiere a la parte moral, en El Evangelio según el Espiritismo.”
"Desde el punto de vista religioso el espiritismo se basa en las verdades fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma, la inmortalidad, las penas y las recompensas futuras."
“Es cierto que el espiritismo no enseña nada nuevo. Pero ¿no basta con que pruebe de un modo patente, irrecusable, la existencia del alma, su supervivencia al cuerpo, su individualidad después de la muerte, su inmortalidad, así como las penas y las recompensas futuras? Muchas personas creen en todo eso, pero lo hacen con un vago trasfondo de incertidumbre. En su fuero interior se preguntan: “¿Y si no fuera cierto?” ¡Cuántas hay que han sido conducidas a la incredulidad porque se les mostró el porvenir con un aspecto que su razón no podía admitir! Para el creyente que vacila, ¿no significa nada la posibilidad de afirmar: “¡Ahora estoy seguro!”? Para el ciego, ¿no significa nada el hecho de volver a ver la luz? A través de los hechos y de su lógica, el espiritismo acude a disipar la ansiedad inherente a la duda, y devuelve la fe al que se había apartado de ella. Al revelarnos la existencia del mundo invisible que nos circunda, y en medio del cual vivimos sin sospecharlo, el espiritismo nos permite conocer, mediante el ejemplo de los que nos precedieron en esta vida, las condiciones de nuestra felicidad o de nuestra desdicha venideras. Nos explica la causa de nuestros padecimientos en la Tierra, así como la manera de aliviarlos. El efecto inevitable de la propagación del espiritismo será el desmoronamiento de las doctrinas materialistas, que no pueden resistirse a la evidencia. El hombre, convencido de la grandeza y la importancia de su existencia futura, que es eterna, la compara con la incertidumbre de la vida terrenal, que es tan breve, y entonces se eleva con el pensamiento por encima de las mezquinas consideraciones humanas. Como conoce la causa y el objetivo de sus miserias, las soporta con paciencia y resignación, pues sabe que son un medio para alcanzar un estado mejor. El ejemplo de los que vienen de ultratumba para describir sus alegrías y sus dolores, demostrando la realidad de la vida futura, prueba al mismo tiempo que la justicia de Dios no deja ningún vicio sin castigo ni ninguna virtud sin recompensa. Agreguemos, por último, que las comunicaciones con los seres queridos que hemos perdido nos ofrecen un agradable consuelo, pues nos demuestran no sólo que esos seres existen, sino que estamos menos separados de ellos que en el caso de que estuvieran vivos pero en un país lejano.”
"La oración es un acto de adoración. Orar a Dios es pensar en Él, ponerse en comunicación con Él."
“El espiritismo alivia la amargura de los pesares de la vida, calma la desesperación y las inquietudes del alma, disipa la incertidumbre o el terror acerca del porvenir, aleja la idea de abreviar la vida mediante el suicidio. Por eso mismo hace dichosos a los que se compenetran con él.” “Desde el punto de vista religioso, el espiritismo se basa en las verdades fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma, la inmortalidad, las penas y las recompensas futuras. Con todo, es independiente de cualquier culto en particular. Su objetivo consiste en probar, a los que niegan o dudan, que el alma existe y sobrevive al cuerpo, y que después de la muerte sufre las consecuencias del bien y del mal que ha cometido durante la vida corporal. Esto es patrimonio de la totalidad de las religiones.” “En calidad de moral, el espiritismo es esencialmente cristiano, porque la moral que enseña no es sino el desarrollo y la aplicación de la moral de Cristo, la más pura de todas, y cuya superioridad nadie discute: prueba evidente de que es la ley de Dios. Esta moral es para uso del mundo entero.”
"Quienquiera que sostenga contra su prójimo sentimientos de animosidad, de odio, de celos y de rencor, no tiene caridad. Miente si se dice cristiano y ofende a Dios."
"El pobre que comparte un pedazo de pan con alguien más pobre que él, es más caritativo y tiene más merito ante Dios que el que da parte de lo que no le hace falta, sin privarse de nada."
"El que pide a Dios el perdón de sus faltas sólo lo obtiene si cambia de conducta. Las buenas acciones son la mejor de las plegarias, porque los hechos valen más que las palabras."
Párrafos extraídos del libro “El espiritismo en su más simple expresión”, de Allan Kardec (Edicei, 2009).