Cuando se habla de EDUCACIÓN Y AMOR; no podemos dejar de pensar en la EDUCACIÓN IMPARTIDA POR JESÚS, que fue, es y será un verdadero acto de amor. Un modelo a seguir, con la sencillez, la dulzura; pero la severidad en cada acto de aprendizaje.
Unos de los tantos ejemplos que Él nos ha dado y hoy nos sirve de referente al tema a tratar es el pasaje del Mancebo Rico; ya que aquí se van a enfrentar conocimientos, moralidad y riquezas materiales, los cuales en muchos momentos de nuestras vidas los hemos vivido.
El joven conoció a Jesús, sus enseñanzas de vida y quería seguirlas para ser mejor: pero cuando Jesús le dice: “Vende todo lo que tienes, repártelo entre los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; ven y sígueme” 1. Aquella petición lo dejo atónito, sorprendido; pues él reposaba en un lecho de maderas preciosas, se alimentaba de manjares deliciosos y cuidada su cuerpo con masajes de óleo, envolviéndolos en tejidos de lino. Tenía todo, había recibido la mejor educación para la época pero no entendía la vida y tenía sed de paz; ya que su corazón estaba vacío, bajo un velo de inenarrable amargura. Al escuchar la dulzura y autoridad de aquella voz, sus sencillas pero amorosas enseñanzas, su vida empezó a cambiar, a pesar que pudo más en la balanza de la vida lo material que lo espiritual.
Cuantos de nosotros hemos tenido experiencias como la del Mancebo Rico, que creemos que con el dinero y bienes materiales lo hemos conseguido todo y más aún, si hemos tenido la oportunidad de estudiar en Instituciones Educativas y Universidades de gran prestigio y de alto costo, ya nos sentimos las personas con mejor educación; ya que se relaciona, buena educación, con altos costos educativos. Cuanta ignorancia aún; ya que se confunde muy a menudo INSTRUCCIÓN POR EDUCACIÓN.
EL insigne Codificador Allan Kardec como gran pedagogo y con la orientación de los Espíritus Superiores nos enseñó:
“ES POR LA EDUCACIÓN, MÁS QUE POR LA INSTRUCCIÓN, QUE SE TRANSFORMARÁ LA HUMANIDAD”. 2
La instrucción es más específicamente el aprendizaje de la ciencia; desarrolla y enriquece la inteligencia y fortalece el talento. En cambio cuando hablamos de EDUCACIÓN, estamos hablando del aprendizaje de la vida, que nos ayuda a dirigir y fortalece el corazón, a formar nuestro carácter, a despertar nuestra conciencia para el desarrollo de virtudes.
Al hablar de Educación como acto de Amor, no podemos dejar de recordar esta frase célebre del Padre de la Pedagogía del Amor:
“Solo con el Amor se puede guiar al Amor. La cultura del hombre no ennoblecerá el intelecto; sino se basa en la cultura del Amor.
Johann Heinrich Pestalozzi.
En la línea Educativa de Jean-Jacques Rousseau, Johann Heinrich Pestalozzi y Allan Kardec, encontramos fundamentos que se basan en una EDUCACIÓN COMO ACTO DE AMOR, veamos algunos de ellos:
- El Amor como principio esencial en la Educación.
- Debe haber una correlación entre Amor, Espíritu y Materia.
Es por eso que en el Espiritismo cuando hablamos de Educación, hablamos de transformación moral, de ese desarrollo armónico entre el intelecto y la moralidad.
Complementando estas enseñanzas con El Libro de los Espíritus vemos en la pregunta L.E. 685
“(…) Hay un elemento, que no suele ser puesto en la balanza, y sin el cual las ciencias económicas son sólo una teoría. Ese elemento es la educación; no la educación intelectual, sino la moral. Aunque tampoco nos referimos a la educación moral extraída de los libros, sino a la que consiste en el arte de formar los caracteres, la que genera hábitos, puesto que la educación es el conjunto de los hábitos adquiridos”. 3.
Si la Educación es un elemento esencial en el desarrollo del ser humano, imaginemos cómo será la EDUCACIÓN suministrada como UN ACTO DE AMOR.
Es por eso que las enseñanzas del Maestro del Amor, en todo momento son y serán ACTOS DE AMOR, busquémoslo, conozcámoslo y trabajemos en vivenciar sus enseñanzas; porque solo por el Amor de Él llegaremos al Padre.
Hoy tu como padre, madre o docente antes de preocuparnos por llenar a nuestros niños y jóvenes de tantos conocimientos, busquemos en ellos lo que traen en la profundidad de su Espíritu como lo hacía Sócrates y partamos de allí para enseñarles a vivir la vida con Amor.
“La esencia del amor es divina, y vosotros, del primero al último, tenéis en el fondo del corazón la chispa de ese fuego sagrado” 4
“El Amor es un tesoro que, cuanto más se divide, más se multiplica y se enriquece a medida que se reparte”.
“Más se agiganta, en razón que más se dona. Se fija con más poder, cuanto más se irradia”.5
Por eso aprovechemos esta bella oportunidad que nos da la vida de ser EDUCADORES y EDUQUEMOS CON AMOR”.
BIBLIOGRAFIA:
- Amalia Rodrígues. Psicografía de Divaldo Pereira Franco.
- Allan Kardec “Credo Espirita”, de Obras Póstumas.
- Allan Kardec. Libro de los Espíritus.
- Allan Kardec. Ley del Amor. Capitulo XI. Evangelio según el Espiritismo.
- Joanna de Ângelis Psicografía de Divaldo Pereira Franco. Amor invencible Amor.